6 de junio de 2011

EL DIA DESPUÉS DE MAÑANA

Después de un difícil proceso de las elecciones en el Perú, varias reflexiones sueltas:

1. Es la primera vez en la historia del Perú que un gobierno de izquierda llega de manera democrática al poder. Una primera gran responsabilidad. La oportunidad de construir un gobierno de izquierda moderada al estilo de Lula, o un gobierno de concertación como lo hizo la Social Democracia en Chile durante los venite años anteriores a Piñeira.

2. Si eso se da, habría que pensar cómo eso nos permite recolocarnos en el plano del continente. Brasil es un país que ha buscado un liderazgo en la región. Recuerdo los comentarios de un amigo que estuvo en Georgetown sobre una conferencia de liderazgo allí: Atrás Brasil, con los ojos puestos en el Asia. Creo que geopolíticamente podría ser una opción importante. Habrá un interés de Humala por vincularse más con la izquierda brasileña que con la venezolana, y eso también podría tranquilizar a un Chile inquieto por los discursos radicales del ala más intolerante del nacionalismo. Podría ser un espacio también de mejora de las relaciones con Bolivia, considerando que compartimos el sur andino y a los aymaras que viven en esa zona. Creo que Bolivia está siempre en riesgo de convertirse en un estado inviable, estar tranquilo con él nos puede aliviar varios problemas.

3. La polarización de los dos candidatos ha obligado a ir tomando posiciones. El peruano es siempre ambiguo y le cuesta decir las cosas por su nombre. Uno siempre es mestizo, no indígena, unos siempre es clase media, para arriba o para abajo, pero no es pobre, o tampoco es nivel socioeonomico A, a los mucho B+. La coyuntura electoral que se ha dado ha obligado a posiciones de centro a correrse a la centro derecha o a la centro izquierda. Creo que ambas son opciones validas y de gobernabilidad si se hacen con responsabilidad y con respeto.

4. Creo que nunca antes se ha siscutido tanto de política o de planes de gobierno en un proceso electoral. Tal vez eso también sea un proceso de madurez.

5. Creo que salvo algunas voces, la idea de que sólo un golpe de estado salvará al la Perú va desapareciendo del común imaginario de muchos peruanos. Estamos aprendiendo.

5. Mirar la cruda realidad del Perú: una vez más, Lima no es el Perú, y en estas elecciones, a los que vivimos en la capital, nos lo recordaron de una manera cruel y despiadada. Un mapa en una primera vuelta en donde las posiciones de centro sólo ganaban en dos departamentos, uno de ellos Lima, y dentro de la capital, concentrado en sólo algunos distritos. Algunas voces se apresuraron a llamar a esos peruanos, ignorantes. Más que ignorantes, descontentos. Un mapa de la segunda vuelta en donde se obseva que en 17 departamentos ganó el candidato Ollanta Humala, incluídos dentro de ellos los departamentos más pobres con resultados a favor de él de mas de 70%. Una vez más, pobreza y descontento.

6. Creo que muchos en las redes sociales ha soltado su más absoluta intolerancia, falta de respeto al otro y mirada de desprecio al país. Cuando uno está eufórico dice cosas que normalmente no dice, pero es cierto que también aflora el inconsciente. Un inconsciente autoritario, intolerante, racista y marginador: "Todo lo que "nosotros" hemos construido ahora se va a la M..por culpa de estos cholos ignorantes...me largo, y que se jodan.. en 5 años seguiran siendo tan pobres, por su culpa". Creo que esa es una visión censurable, inmadura, radical e intolerante. Creo que después de la euforia queda una primera tarea de empezar a ver nuestros propios inconscientes y nuestra propia vision de auquellos "otros" peruanos, nuestros hermanos. Creo que los consideramos muy poco nuestros hermanos. ¿Como empezamos nuestros procesos de conciliacion y reconciliación desde cada peruano en particular?

7. Quedan desafíos grandes, y lo primero será conciliar entre un alto porcentaje que se siente literalmente aterrorizado, y otro lado que espera una serie de demandas históricamente postergadas. Dar señales claras de tranquilidad a unos, y desplegar espacios de mesas de diálogo con otros. Es importante destacar que la Defensoría del Pueblo en su último informe de abril del 2001, tiene detectados 233 conflictos en el peru, 159 (68%) de ellos activos y 74 latentes(32%). Eso lo desarrollaré en el siguiente post.

7. Y ahora, en el camino de la construcción de una democracia más madura, alinearse nuevamente detrás para empujar al país. Sea desde una oposición vigilante y fiscalizadora, sea desde un apoyo a que se cumplan las promesas de concertación que son tan necesarias para que el país siga avanzando en lo que ha caminado, y empiece a moverse en aquello que está postergado.

8. Una vez más, no creo en los apocalipsis ni en los fines del mundo. El Perú no se a acabado hoy, y en la línea de mis amigos administradores, a pensar cómo convertimos esto que se ha percibido por muchos como una gran amenaza, en una oportunidad. No olvidemos que los peruanos estamos considerados entre los más pesimistas y desconfiados del continente. Creo que en este momento, ver el vaso medio vacío, contribuirá a negar aquello que nos llevo a esta situación, y una vez más, el futuro nos volverá a pasar desagradables facturas.

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