20 de julio de 2011

En surcos de dolores el bien germina ya...Feliz cumpleaños Colombia



La tierra de las historias de García Marquez, la lucha y el asesinato de Luis Carlos Galán, los esclavos y San Pedro Claver...

Cincuenta años en un conflicto interno, pero con avances en su visión de cultura ciudadana y urbanismo reconocido en latinoamerica. Uno de los países con escenarios naturales y biodiversidad de la más variopinta, pero al mismo tiempo un país con casi cuatro millones de desplazados provenintes en su mayoría del mundo rural huyendo de la violencia. La tierra de los hipopótamos y excentricidades de Escobar, pero también de los éxitos de Juanes, Vives y Shakira. Medellín, sus bellas mujeres y la incomparable amabilidad de los paisas, Medellin, y su violencia. Y así podríamos seguir.

Colombia me cautivó por sus grandes contradicciones, por ende, por su capacidad para sacar de lo más profundo de la desventura atisbos de esperanza para no sucumbir frente a aquello que parece inevitable. Pero también me cautivo la amabilidad de muchos, la cortesía de otros, la acogida de varios. Un país se encarna en su gente, en sus sueños y en sus ciudadanos. La resistencia de muchos ante la desazón, al absurdo del mal, a la pobreza, a la injusticia.

Si hay algo que resume lo que es Colombia y muchos de sus ciudadanos, yo lo resumiría en "Esperanza". Aquella virtud que da la fuerza y la posibilidad de que el día siguiente pueda ser mejor, diferente, distinto. La guerra curte, endurece y enfría. Muchos ciudadanos se han resistido a enfriase, a endurecerse, a dejar de indignarse...a que la fuerza de la corrupción no se enquiste por mas metástasis que vaya haciendo. Lo percibía en las clases con mis estudiantes, en la conversación con profesores, con amigos, con ciudadanos del campo, de a pie. Creo que por eso es una tierra que enamora, porque inyecta vitalidad en lo más profundo del alma.

En esta fecha, un reconocimiento a esta tierra que me ha regalado tan grandes amigos, tan grandes experiencias, y que me enseñó lecciones de vida tan profundas que llevo tatuadas en el corazón.

Copié del P. Julio Jiménez, un sacerdote jesuita colombiano, una frase que siempre menciona, que hice mía y que habla por sí misma: "Que no nos deje de doler nuestro país". El día que los jovenes ciudadanos de tan lindo país se olviden de esta premisa, el futuro sí será desesperanzador.

Feliz cumpleaños Colombia...y que no nos deje de doler nuestro país.


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